¡No, no, no! Nos quejamos de la sentencia de Javier Duarte, quien con ayuda de la PGR y de los jueces logró una condena de 9 años de prisión y una multa de 59 mil pesos, pero seguimos permitiendo corrupción en nuestro propio entorno. Lily Xóchitl Torres, directora de Asuntos Internos de la SSP de Jaime Téllez Marié debió dejar que se llevaran a su vástago a los separos de San José por andar manejando briago; debería dejar que se le aplique la pena pertinente por amenazar y ponerse prepotente, usando el nombre de ella para demostrar que él, por ser hijo de una funcionaria estaba por encima de los “pendejos” policías que intentaban detenerlo.
Pero no, la “mama polla” ordenó a los policías, o quizá hasta amagó, para que soltaran a su hijo, lo trataran como a un príncipe ebrio y lo llevaran a su casita donde mami lo esperaba con unos Alka-Seltzers para la cruda.
Por supuesto que Jaime Téllez Marié debe tomar cartas en el asunto, debe llamar a su directora de Asuntos Internos para que responda por sus actos, por impedir que las leyes se aplicaran a un ciudadano, que bien puede ser su hijo, pero que era un infractor. ¡Nos quejamos de la injusticia en la sentencia de Javier Duarte, pero hacemos a nuestros hijos unos futuros Duartes!
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