Cualquier señorita de buena familia y de buenas costumbres criada en un ambiente familiar, o cualquier mujer liberal, puede pasar de la noche a la mañana al oscuro y bizarro lado del porno, sin que ella se lo proponga. La situación en la que se vio envuelto un senador del PAN, da pruebe de lo fácil que es tomar fotos de las redes sociales para darles mal uso.
Fotografías en fiestas o en cualquier lugar de chicas jóvenes, son editadas y mostradas como un catálogo de prostitutas de alto nivel. De manera que cualquiera que pueda desembolsar cinco o diez mil pesos puede pasar un rato de supuesto placer con esta supuesta chica, en muchas ocasiones son timados. Aunque sólo sea ficción, la reputación de la chica se queda por los suelos.
Por eso, es importante ser responsables al postear una fotografía en las redes sociales. Algunos en su inconciencia, especialmente adolescentes, postean fotografías de sus dormitorios, de sus vacaciones, restaurantes donde comen y con su uniforme escolar. No toman en cuenta que están proporcionando importante información a redes de trata de blancas o a la delincuencia organizada. Así que la próxima vez que suba una foto de usted o sus hijos, piénselo dos veces.
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