Qué fácil es lanzar la piedra y esconder la mano, que cómodo es escupir para arriba y hacerse a un lado. Eso lo decimos porque resulta muy fácil escribir en contra de alguien bajo la cobarde sombra del anonimato. Por ahí a una mente aviesa se le hizo fácil mandar a los medios un libelo anónimo en contra de la estructura del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano (MMPV), donde se les acusa de buscar espacio en el gobierno del gobernador electo Cuitláhuac García.
Resulta muy sospechosos que ese supuesto grupo de maestros denunciantes lo haga días después de la expulsión del diputado plurinominal Zenyazen Escobar García y su sequito de seguidores, por haber usado al movimiento para su beneficio personal. Si de algo se ha caracterizado el MMPV es precisamente de criticar que se usen las siglas del movimiento magisterial para beneficio propio.
Así que, si hay algo que decir, que se diga de frente y no como los cobardes que esconden su nombre. A que le temen, a que los conozcan y sepan cuáles son sus intenciones. Dijera el difunto Cuco Sánchez: «Arrieros somos y en el camino andamos».
Comentarios