El guarura ya tenía el martillo listo para romper el cristal a la orden del juez Édgar Tello, sólo que una persona intervino y trató de hacer entender al juez y al guarura que lo que estaban haciendo eran “mamadas”: «Puedes herir a alguien. Estas son mamadas. Son cosas que no puedes hacer».
Como el juez estaba decidido a cometer su acto vandálico, el hombre engallado le advirtió al guarura: «Si le rompes el vidrio, yo te voy a romper la madre a ti». Esos son los impartidores de justicia, esos son los que dejan salir a los delincuentes, esos son los que sentencian a los Javier Duartes a nueve años de prisión a pesar de que robaron miles de millones de pesos. ¡Qué poca madre!