Sólo de esta manera se pudo desplazar al sindicato magisterial. Si así lo hubiera presentado el Gobierno Federal, se hubiera evitado muchos dolores de cabeza, sin embargo, el error fue atar la permanencia docente a la Evaluación Docente. La condicionante de pasar a fuerza la evaluación se vio desde el principio como un ingrediente punitivo.
Según el artículo 53 de la Ley del Servicio Profesional Docente, procede el cese a la tercera evaluación fallida al personal de nuevo ingreso. Al docente que está en servicio, se le retira del grupo. Si no se evalúa el docente, queda automáticamente cesado sin responsabilidad para la autoridad. Por esa razón, aunque algunos saben que el gobierno entrante no cesará a los maestros que no presenten el examen de evaluación en noviembre, muchos aún dudan entre presentarse o no hacerlo.