Édgar Hernández* /
¡En 48 horas se decide su destino!
No hay plazo que no se cumpla.
Será pasado mañana cuando un juez federal de la ciudad de México determine si Javier Duarte se va a su casa a seguir el proceso judicial en su contra o continuará preso en el Reclusorio Norte.
Desde luego hay que hacer notar que muy probablemente las estrellas ya desde ahora estén alineadas en su favor.
El presidente Enrique Peña Nieto le debe importantes favores, particularmente de carácter financiero; el Peje y Cuitláhuac recibieron importantes apoyo desde 2016 cuando se desató la batalla campal contra Miguel y Héctor Yunes, y la PGR, a lo largo de este proceso le allanó el camino para que alcance la prisión domiciliaria, particularmente en el tema de las acusaciones de “delincuencia organizada” por “asociación delictuosa” que lo libra de una prisión de 20 a 40 años.
Javier Duarte de Ochoa señalado por la opinión pública por su conducta ilícita, condenado y sentenciado por el pueblo veracruzano y satanizado hasta su destrucción total por Miguel Angel Yunes, quien sobre ese fardo duartista arriba a la gubernatura bianual, pue´que no sea el que muchos piensan.
Tal vez no sea ni tan rata ni tan tonto.
En la dialéctica de que si fue perdonada Elba Esther; de si se hicieron de la vista gorda con Cesar Duarte; de que si regresaron del exilio a Napoleón Gómez Urrutia para coronarlo como Senador de la República, y de que si viejos priistas ahora están en el primer círculo de López Obrador, por qué no un aliado –como el buen gordo de Javier- podría también ser beneficiario de la nueva estructura de poder.
El próximo miércoles cuando un juez federal revise las pruebas ofrecidas por el Ministerio Público Federal y la defensa de Duarte de Ochoa el camino de prisión de 5 a 10 años por “lavado de dinero” y “asociación delictuosa”, que son delitos no graves darían lugar a que enfrentara el juicio en libertad.
Ya por lo pronto el ex gobernador dispuso –por supuesto- no venir a Veracruz a ventilar su juicio. El arraigo domiciliario –que no podrá violentar la Fiscalía de Winclker- lo ventilará Duarte desde su departamento de Santa Fe en Cuajimalpa.
Desde ahí observará como agoniza el mandato de Yunes Linares y ya para el año próximo… pues el año próximo ¡Veremos!
Lo de Duarte para la opinión pública y los medios será, en caso de determinarse la prisión domiciliaria, algo parecido a la censura que se dio cuando se puso en libertad a Elba Esther.
Acaso importantes grupos civiles condenen la benevolencia de la justicia como sucedió con don Napo o Bartlett, quien delinquió de otra manera, pero la tormenta pasará.
De entrada previsible que Cuitláhuac no tome causa contra Javier Duarte.
Habrá que recordar que una vez concluida la jornada electoral del primero de julio, el virtual ganador de la gubernatura, Cuitláhuac García Jiménez, señaló que el mandatario veracruzano, Miguel Ángel Yunes Linares “abusó en la investigación y los procesos penales en contra del ex gobernador Javier Duarte y ex colaboradores” y que él no era Fiscal sino gobernador.
En entrevista para el “El Universal”, el 2 de julio, dijo que Yunes se equivocó en el caso Karime Macías, quién está acusada por malversar fondos de arcas veracruzanas y radicada en Londres.
“En todos los casos, “le salió el tiro por la culata al gobernador”, dijo García Jiménez, quien destacó se le respetará su debido proceso. “Tanto en éste como en todos los casos se respetará la presunción de inocencia”, añadió.
Ello, en buen romance no es más que ¡Paso, a mi denme por muerto!
Lo de Duarte se presume, por tanto, ser la conclusión de una serie de acuerdos en donde se decidió apoyarlo rumbo a su libertad ante los incumplimientos de parte de Miguel Angel Yunes, quien no respetó acuerdos, faltó a su palabra y ofendió y desestimó –por no leer de manera adecuada el juego de poder- a quien hoy es amo y señor de la república, el mismo Andrés Manuel que hoy habla de perdón y olvido, pero al estilo juarista.
El viraje y cambio de opinión para enchiquerar de por vida a Duarte, tomó un nuevo cauce al invertirle todo en favor de la victoria de Morena no solo desde 2016, sino para el pasado primero de julio.
Ya solo queda un suspiro para que Javier Duarte de Ochoa, su esposa Karime, su madre, hermanos y suegros, socios, aliados y, por supuesto, los fidelistas y duartistas, regresen a los días de vino y rosas.
Ya el mismo Fidel Herrera tiró a la basura la silla de ruedas que nunca uso más que para una foto el primero de julio.
El miércoles será pasado mañana.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo