Pero hubo otra prensa que no se prestó a esa abyección y que ha mantenido su honestidad, su objetividad. El problema es que cuando López Obrador critica a la prensa, agarra parejo. Cuando venía a Veracruz como candidato, se llenaba la boca diciendo que Yunes tenía bien maiceada a la prensa, cuando lo que sucedía era lo contrario; y AMLO agarraba parejo.
El problema es que, si el dueño es bravo, sus perros también son bravos y se ponen a ladrar a los que pasen. Ahí está Epigmenio Ibarra, que ya señaló que la prensa tiene como consigna acabar con la Cuarta Transformación. Señor Epigmenio, no todos están en contra de Morena, pero no se trata de aplaudir sus pendejadas.