El PRI era la gallina de los huevos de oro y hubo quienes todos los días desayunaban omelettes. Ahora esa gallina la hicieron caldo, se la acabaron y no aportaron nada. Ya no hay gallina y por ello el 40 por ciento de los trabajadores del PRI a nivel nacional tendrán que ir a buscar por otro lado; pero también en los estados.
El flujo de dinero ya no será igual y por lo mismo muchos dejarán de recibir su sueldo, compensación o beca de este instituto. Los primero que abandonaron el barco fueron los ratas, esos que sólo estaban en el PRI por lo que el partido les daba, aunque ellos no aportaban nada. Parecerá que no, pero esto beneficia al PRI; está en un crisol donde la escoria se depurará.