Salvador Muñoz / Fueron tres los cuestionamientos que hizo Leno Rosales a las pretensiones de Amado Cruz Malpica para tomar las riendas de la Junta de Coordinación Política de la próxima legislatura local:
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El número de diputados locales de Morena que perdió ante el PAN, “haiga sido como haiga sido”.
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Que se lo hayan “chamaqueado” los del PAN al arrebatarle la Jucopo cuando debió Morena asumir la Coordinación.
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Que se haya visto “tibio” en la designación del Fiscal Anticorrupción cuando debió tomar hasta cierto punto un papel más radical.
Dicen los que estuvieron allí, que Leno Rosales sentenció en reunión con morenos, que hubo de dos en el caso del hasta hace poco Coordinador del grupo legislativo de Morena en el Congreso local:
1.- O es muy tonto…
2.- O negoció…
“Y Amado no tiene un pelo de tonto”.
II
Quizás esos mismos defectos que vio Leno en Amado, fueron compartidos por el resto de los morenos (Léase Eric Cisneros, Rocío Nahle y Manuel Huerta) que empezaron a congelar no sólo las entonces funciones legislativas de Cruz Malpica, sino sus pretensiones por encabezar la Jucopo.
Ahora, bajo el supuesto de que quede descartado “el más querido” de los Morenos (Amado) de la Jucopo, surge la pregunta natural: ¿Entonces quién?
III
Citábamos en columna anterior que Eric Cisneros Burgos impulsaba a Juan Javier “El Carón” Gómez Cazarín como coordinador de la Jucopo…
Por ahí alguien comentó la posibilidad de que los morenos podrían aprovechar la experiencia de José Manuel Pozos Castro, diputado electo por el distrito de Tuxpan, viejo lobo de mar de la política veracruzana. Aunque dicen que la idea fue desechada por haber llegado a la curul por la vía del PT.
Claro que si se aplica el mismo criterio, El Carón sería víctima de la misma tesis, pues igual llega al Palacio de Encanto por el PES.
IV
En el corazón corazoncito de los morenos xalapeños cabe la esperanza de que Rosalinda Galindo Silva cayera en gracia y fuera ella “la mera-mera” de la Jucopo… si no, la presidenta de la Mesa Directiva.
Recuerden que Rosalinda Galindo es cercana al Cuic y la posibilidad de que ella fuera la Coordinadora de la Jucopo no sólo por méritos sino también por el conocimiento de las Leyes, fortalecería la endeble figura del electo, con una posición netamente suya en el Congreso local… vamos, en el otro poder, en el Legislativo.
Hay otra mujer, Mónica Robles Barajas, quien llega directo, vía pluri, por Morena. Cercana a Rocío Nahle, o siendo más precisos, Nahle cercana a los padres de Mónica y éstos a su vez, de López Obrador. Agrupa experiencia en el ramo legislativo y “doctorada” en las mejores escuelas: PRD, PVEM y PRI. ¿Qué más podrían pedirle los morenos?
V
Ahora que si se trata de ser romántico, apegándose a los estatutos del partido, combinado con “el espíritu de Tava Ortega” que le faltó a Amado Cruz Malpica, ¿por qué no incluir en esta contienda por la Jucopo a Leno Rosales, moreno de cepa? ¡Total! asesores y buenos sobran en el Congreso local, aunque bueno, ya falta menos para que las cosas en el recinto legislativo donde ha de mandar Morena, se acomoden y ver qué tanta razón tenía Leno Rosales en aquella ocasión que señaló que Gómez Cazarín, vía Eric Cisneros y Cuitláhuac García, ejercía presión contra los diputados locales electos para que acataran “la instrucción” y “la propuesta” del Gobernador electo… ya falta poco.