Como Dionicio, cientos de personas fueron utilizadas por la Sedesol y la Sedatu para crear empresas fantasmas. Por supuesto, como en Veracruz, las instancias fiscalizadoras no se dieron cuenta de ello. Ellos podrán decir que se les colaron, pero no fue una ni dos ni tres. Cientos de empresas fantasma operan en todo el país. Y de esas empresas cientos de funcionarios públicos y empresarios corruptos se han enriquecido.
Que no nos venga López Obrador a decir que no va a meter a la cárcel a ningún político famoso. Si se investiga bien, como se está haciendo, se verá que no sólo Rosario Robles, sino además alcaldes y gobernadores han utilizado el sistema de empresas fantasma para saquear del presupuesto. Señor AMLO, no se trata de venganza, se trata de justicia.