Lo que deben de tomar en cuenta los gobernantes es que el poder y el motor que mueve los movimientos es precisamente el hartazgo y complicidades. Los senadores, diputados y gobernadores de Morena no deben olvidar que llegaron al poder precisamente porque se busca una manera diferente de hacer las cosas.
Es cierto que se deben guardar las formas y privilegiar al diálogo, pero si se muestra una actitud soberbia y obcecada y, sobre todo, si se deja de lado las peticiones del respetable electorado que los encumbró en poder y se privilegia a los líderes, que en el pasado chocaron contra los trabajadores, sólo serán debut y despedida en el ámbito gubernamental.
