Beatriz Gutiérrez Müller no es ni será la primera dama de México, ella ya lo dijo. Por lo mismo, su visita a Veracruz es como la de cualquier turista o investigador interesado en la historia y cultura de nuestro estado. Que Sara Ladrón de Guevara haya ido de arrastrada a recibirla y que la haya incluido como invitada de honor a la firma de una supuesta Fundación por los 500 años de la Vera Cruz es porque la vocación abyecta y rastrera de la rectora de la UV la impulsa a ello.
Que Sara invitara además al gobernador electo Cuitláhuac García al evento es para hacerse ver del próximo gobernador, en una de esas le toma el pelo y lo convence de hacerla secretaria de Educación. Por lo mismo no era necesaria la presencia del alcalde Veracruz a ese evento de franela azul y letras de papel de oro, y es que el acto no era un acto oficial.
Por cierto, los festejos de los 500 años de la fundación del puerto de Veracruz corresponden al ayuntamiento de Veracruz. Es el alcalde quien decidirá si Sara Ladrón es invitada a dichos festejos y no es potestad de Sara invitar a nadie.
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