Finalmente, después de un Consejo Político que sólo buscaba legitimar lo que ya tenían determinado, el PRI votó porque Claudia Ruiz Massieu, sobrina de Carlos Salinas de Gortari, será la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Por supuesto estamos hablando de un PRI bastante pauperizado, de un PRI que ha quedado en algunos estados como tercera fuerza política.
Un PRI sin presupuesto, acotado por la mayoría de Morena que no los va a tomar en cuenta para sus decisiones; un PRI que se acostumbró a servirse con la cuchara grande y que ahora no tendrá ni la cuchara para el té. Claudia Ruiz Massieu iba sola, sin otro aspirante a la presidencia del PRI. Su labor será titánica, pero no inédita si recordamos que muchos partidos de oposición tenían menos presencia que el PRI actual.
Todavía optimista, la hija de José Francisco Ruiz Massieu dijo: «En el Poder Legislativo seremos la oposición firme, crítica, valiente y vigilante que los mexicanos necesitamos, seremos un verdadero contrapeso». Curioso, un partido que se llenó de arrogantes, de orgullosos militantes llenos de soberbia tendrán su primera lección como oposición y esa primera lección será la humildad.
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