Filiberto Vargas Rodríguez /
Prefacio.
No fue una conferencia de prensa llena de “buenas noticias”. *** Por más que lo intentó, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares no pudo sembrar en los reporteros “la nota”. Quizá porque ha sido tan tedioso y repetitivo su discurso, que ya nadie lo ve atractivo. *** Lo que sí les llamó la atención a los reporteros fue la confirmación de que presuntos homicidas, vinculados con la delincuencia organizada, habrían obtenido su libertad absoluta, en gran medida por “fallas en el proceso”. *** El caso más impactante, sin lugar a dudas, fue el de Jorge Rojas Martínez y Julio César Sánchez, quienes ya habían sido sentenciados a 65 años por el secuestro y asesinato de Karina Reyes Luna, sobrina del arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios. *** Un tercer implicado en el caso, Miguel Ángel Mateos Escamilla, fue liberado hace dos años. *** Otro que consiguió su libertad fue Francisco de los Santos de Jesús, hermano de Roberto de los Santos, alias “El Bukanans”. *** El 6 de mayo de 2015, Francisco Santos, alias “La Gata”, quien fuera elementos de la Policía Municipal de Acultzingo, junto con dos de sus compañeros, habrían participado en la desaparición de los trabajadores Ángel Jiménez Bonilla, Antonio Flores Cortés y Uriel Hernández Maza. *** La Fiscalía General del Estado (FGE) afirmó que los tres detenidos emplearon una camioneta de la Policía Municipal para cometer el ilícito, misma que fue encontrada en un taller mecánico. *** Al final, un juez decidió absolver a los tres detenidos, porque no se presentaron ni los afectadas ni testigos. *** La impunidad en su máxima expresión.
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El trascendido se publicó el pasado viernes en un portal de noticias de la capital del país (24 Horas):
“A poco más de tres meses del cambio de poderes en Veracruz, una fuerte sacudida se realizó la noche de este miércoles en la Policía Ministerial, y para algunos sorprendió la salida del almirante Pedro García Valerio, director general de la corporación, sobre quien -se dice- pesaban fuertes señalamientos por sus vínculos con el crimen organizado y por solapar a comandantes corruptos; además, presumía que era inamovible porque él “daba juego” a altos funcionarios. Con él también se fueron el subdirector general, David Francisco Guadarrama; el capitán Arnulfo Cabrera García, subdirector de Operaciones, y el teniente Juan Manuel Ortiz, encargado de Logística. Se comenta que estos cambios se llevan a cabo para sanearle la corporación al próximo gobernador de Morena, Cuitláhuac García, y no para investigar a los mandos salientes”.
Las quejas anónimas, de supuestos elementos de la Policía Ministerial, a través de cartas a medios de comunicación y filtraciones en redes sociales, abundan desde el año pasado.
La mayoría de estas misivas coinciden en señalar al delegado de esa corporación, Angel Rodrigo Serrano Cabrera (alias “Potro”) como el enlace de los altos mandos con la delincuencia organizada, y el verdadero operador en la Policía Ministerial.
Llama la atención el movimiento, pues el almirante Pedro García Valerio llegó a la Dirección de la Policía Ministerial en junio del 2015, luego de dejar su cargo como comandante de la Primera Zona Naval en Tuxpan, donde se hizo merecedor de la presea Veracruz, como “un reconocimiento a su trabajo que ha contribuido a un Veracruz seguro y que con hechos y resultados concretos sirvió todos los días a nuestra población”, dijo entonces Javier Duarte de Ochoa.
Hay versiones que indican que el almirante Pedro García Valerio (originario de la comunidad El Porvenir, del municipio de Ángel R. Cabada) llegó a la Dirección de la Policía Ministerial gracias a una recomendación directa del Secretario de Marina Vidal Francisco Soberón Sanz al entonces Gobernador Javier Duarte, luego de que García Valerio se jubilara en la Secretaría de Marina.
Tras asumir el cargo como Fiscal General, Jorge Winckler habría pretendido cambiar al titular de la Policía Ministerial, pero una llamada del secretario de Marina al actual gobernador Miguel Ángel Yunes Linares fue suficiente para que se detuviera el movimiento.
En las múltiples cartas anónimas que circulan, de supuestos elementos de la Policía Ministerial, se señala a Angel Rodrigo Serrano Cabrera de ser el encargado de cobrar por los ascensos o promociones, además de exigir cuotas a los mandos, con el argumento de que así lo exigía “el capitán Cabrera”, en referencia al subdirector de Operaciones, Arnulfo Cabrera García.
En una de esas manifestaciones de protesta por el mal trato del que son víctimas, los Policías Ministeriales apuntan:
“En relación con la detención de la exdelegada Carlota Zamudio, por su probable implicación en la desaparición forzada de varias personas en el 2016, es preciso advertir que tanto el director Pedro Garcia Valerio, como Carlota Zamudio tomaron posesión de sus cargos en el año 2015, y que Carlota Zamudio llegó a esa posición por decisión del propio Garcia Valerio, por lo que en la fecha en que se llevaron a cabo las presuntas desapariciones, en el 2016, el mando directo de Carlota Zamudio era Pedro García Valerio; ella le tuvo que reportar los hechos y pedir instrucciones. En consecuencia, Pedro García Valerio debería ser investigado por su probable participación en esos casos de desaparición forzada”.
El trascendido del portal “24 Horas” sugiere que la salida de estos elementos obedece a un afán de sanear la corporación antes de la llegada del nuevo gobernador, Cuitláhuac García, el próximo primero de diciembre.
En efecto, como también están por cambiar los mandos federales, García Valerio ya no contaría con el respaldo del aún Secretario de Marina, y Jorge Winckler estaría haciendo sus movimientos, para presentarse ante el próximo mandatario estatal como “un servidor público que le puede ser útil”.
Jorge Winckler tiene información, mucha y muy delicada, de cada uno de los miembros del actual gabinete, y gustoso pondría en bandeja la cabeza de cada uno de ellos, con el fin de salvar la suya.
Y claro, lealtad obliga. Una condicion no negociable sería no involucrar a su jefe, amigo, guía moral y hasta padre putativo, Miguel Ángel Yunes Linares.
A propósito de la “lealtad” del Fiscal, circula otro trascendido:
“Conocidos apenas las resultados electorales en Veracruz el Gobernador mandó a traer, fuera de sí, a los miembros de su gabinete que habían sido responsables de la operación electoral para sacar la candidatura de su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez adelante. En algún momento de una discusión que fue subiendo de tono, una cachetada sonora explotó en la cara de Jorge Winckler, el Fiscal General del Estado. La mano del Gobernador pesada, severa y pequeña había hecho contacto con el perfil derecho del rostro del fiscal a quien recriminó que no había apretado suficientemente a los duartistas. ¡Eres un pendejo!, le dijo (…) Tiro de Gracia se llama la operación encabezada por Olga Cordero y Julio Sherer. Lo que viene será de antología”.
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Epílogo.
Lo que sigue es la caída de Edel Álvarez Peña. Ya los magistrados han manifestado su conformidad. Sólo falta definir quién será su sucesor, lo que habrá de quedar resuelto en los próximos días. *** Ya son al menos cinco semanas en las que Xalapa, la capital del estado, vive momentos de angustia por la ocurrencia de crímenes a plena luz del día. Las autoridades se limitan a reportar los hechos, pero hasta ahora nada han podido resolver. *** Otra promesa incumplida por el actual gobernador. La Secretaría del Trabajo da a conocer que en el primer semestre del presente año aumentó el desempleo en la entidad, en comparación con las cifras obtenidas en el mismo período del 2017.