Salvador Muñoz / La propuesta de Luis Eduardo Ros Martínez de hacer del Chile Xalapeño el distintivo turístico de la Atenas Veracruzana, ha calado profundo en algunas personas como en el presidente de la Unión de Empresarios Hoteleros de la Región, de Cultura y Aventura, Marcos Suárez Domínguez, por considerar que es una pésima idea, a tal grado que prefiere la grandota de Américo Zúñiga… ¿la recuerdan? ¡La XL!
La verdad, no sé si sea una buena o mala idea hacer del Chile Xalapeño el ícono de la esta ciudad… asumo que tendría que llevarse a consulta aunque faltaría ver si la acepta el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero…
Pero… imagine por un momento el lector que el Chile Xalapeño sea nuestro ícono turístico en la capital veracruzana… por supuesto que en lugar de la Araucaria que está a la entrada de la ciudad llegando por el Puerto, tendría que cambiarse para poner allí ¡un enorme chile!
En los accesos a la ciudad, bien valdría la pena poner sendos anuncios que le dieran una bienvenida al turista, con algo ad hoc al emblema chiludo: “Visitantes, siéntanse como en su casa”.
El gentilicio de “xalapeño” tendría que cambiarse por el de “Xalapito”, digo, para estar a tono… yo, como soy muy penudo, tengo que decir que soy de origen chayotero… ¡la pena me gana! ¡qué puedo hacer!
Ros Martínez tendría que echar abajo la Feria de las Flores para hacer una Feria del Chile, donde si hubiera ciclos de cine, la cinta emblemática tendría que ser la obra de Fabrizio Prada y sus “Chiles Xalapeños”, y por qué no, crear mesas de debate sobre las recetas de Sor Juana Inés de la Cruz con este ingrediente o los datos que aporta Salvador Novo al respecto en la vieja Tenochtitlán… conste, puse Novo y no Ovo… ¿sí saben qué es Ovo, verdad? ¡Chin! ¡Solito me alburee!
Ahora, con eso de que somos hermanos de quién sabe cuántas ciudades en México y en el mundo, primero, antes que nada, tendríamos que refrendar esta figura con Toluca para que ahora sí, le diéramos la mano al chorizo y ellos a su vez, al chile.
Y si se trata de aspirar a proyecciones internacionales, habría que hermanar a Chile con Xalapa, para parafrasear esa célebre frase que no recuerdo quién dijo: Xalapa para los chilenos, ¡y Chile para los xalapeños!
Ya después habría que intentar hacerlo con Culiacán o Detroit.
Por supuesto, el famoso mercado de La Rotonda tendría que ponerle más chile a sus gorditas y quizás hasta este eslogan le podría funcionar: “No es lo mismo enchílame esta gorda, que engórdame este chile”.
Dato cultural: En algunas regiones, a las gordas igual se les conoce como picadas y en Orizaba, por ejemplo, las conocemos como memelas… ahora, en términos eufemísticos, sea sincero, ¿qué se oye mejor? La gorda con chile, la picada con chile o la memela… luego se los explico.
Claro que llevar al Chile Xalapeño como ícono de nuestra capital, conllevaría riesgos por darle la importancia que per se, debería de tener… ¿no me cree? Le pongo este ejemplo: Si usted fuera a un restaurante, en lugar de un platillo de papas en chile, ¡se tendría que pedir un chile en papas!
Sólo imaginen la albureada que le darían al alcalde Hipólito Rodríguez Herrero cuando le dijeran que más que el Chile Xalapeño, su preferido es el Manzano… (Chiste local: su jefe de prensa es el amigo Guillermo Manzano).
Y si a Hipólito le gusta el Manzano… ¿al Gober Yunes le gusta jalar puro poblano?
Se los resumo; Aunque creo que antes de que se haga realidad esta propuesta, de hacer del chile xalapeño el emblema turístico de la capital veracruzano, se tendría que checar si no la tienen registrada nuestros políticos porque vaya que durante años ¡nos han dado puro chile!