Enrique Ochoa llegará con muchas ideas como diputado, pero nadie le hará caso

Enrique Ochoa, el Clavillazo de la política mexicana, se está preparando, antes de que llegue la próxima Legislatura, en temas concernientes al desarrollo energético; ya hasta se entrevistó con un Premio Nobel de Economía con quien habló sobre el tema. Se le olvida al pobre “Clavillazo” que la bancada de Morena tendrá mayoría en el Congreso Federal, por lo que cualquier “buena” idea que esté cultivando el futuro diputado deberá ser aprobada por aquellos a quienes discriminatoriamente llamó “prietos”.

Sus ideas difícilmente llegarán a oídos del presidente electo López Obrador, a quien denostó durante toda la campaña, a quien trató de minimizar llamándolo simplemente “López”. Otro gallo le cantaría de haber ganado las elecciones José Antonio Meade, a quien por cierto en lugar de ayudar nada más echó de cabeza.

Ahora Enrique Ochoa tendrá que llegar a una Cámara de Diputados donde ser priista significará ser marginado, ser arrimado, ser ignorado. Una dosis de lo que los priistas aplicaron durante muchos años a los partidos de oposición. ¡Ya ves Enrique Ochoa, el karma existe!