La banda sonora de John Williams para Tiburón es considerada una de las melodías más aterradoras que jamás se han escrito para el cine. Con seis contrabajos, ocho chelos, cuatro trombones y una tuba, este tema 37 años después sigue causando terror. Pues la salida de la maestra Gordillo de prisión, después de un poco más de 5 años, estamos seguros que a los enemigos de la poderosa maestra causará el mismo efecto que la melodía de Williams.
De entrada, las autoridades bancarias se verán obligadas a descongelar las abultadas cuentas de la mentora. Sus abogados ya se están moviendo para borrar todo indicio de su paso de la maestra por la cárcel, incluidas las fotos que en nada le favorecen. Sus ojos y orejas que tiene en el SNTE ya le están informando de los pasos que piensa tomar el comité ejecutivo nacional para no soltar prenda tan fácilmente.
La fragmentación y división del SNTE es inevitable, algunos ya comenzaron los trámites para solicitar audiencia con la maestra, quieren ponerse a la orden y disposición. El entenado político poco a poco se comenzará a quedar solo. Esas son las leyes de la política no escrita. Es un mero asunto de supervivencia política.
Será cierto o no, pero la apreciación es que la maestra se encuentra a la derecha del seno del señor. Y eso es un buen aliciente para alinearse en el besamanos magisterial de la maestra. Por lo pronto, la incertidumbre comienza a pesar de aquí al 20 de este mes, día en que la maestra señalará con su dedo plumífero a los traidores y señalará las acciones legales que emprenderá para recuperar al sindicato que la vio nacer.
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