Lo que el gobernador electo no sabe es que el periodismo en Veracruz no quiere libertad de expresión, de hecho, muchos medios han demostrado que les gusta ser comprados, les fascina estar al servicio del gobernante en turno; les urge lanzar piropos al gobernador y a su séquito de funcionarios.
¿De qué les va a servir la libertad de expresión si lo que ellos quieren son jugosos convenios al estilo Fidel Herrera, al estilo Javier Duarte? Lo curioso es que lo dijo enfrente de los radiodifusores, que han dado muestra de su voracidad; en casa de uno que ha resultado ser un verdadero “succionador profesional”.