Parece ser que López Obrador lo tenía muy claro; sabía muy bien de dónde iba a sacar dinero para sus proyectos. Tan sólo de los gastos de seguro médico de que gozaban los funcionarios públicos hay una buena parte, pero más dinero encontró en los apoyos y compensaciones que millones de funcionarios públicos recibían aparte de su sueldo. Es por ello que para muchos de estos funcionarios el sueldo era lo de menos y por ello, de manera hipócrita, presumían una falsa austeridad.
De acuerdo con reporte de la Secretaría de Hacienda, los apoyos y compensaciones de estos funcionarios ascienden a 76 mil 816 millones, nada más en el segundo trimestre de 2018. Según este reporte cuatro de las dependencias del país se quedaban con tres cuartas partes de este dinero: IMSS, SEP, Pemex y CFE. ¿Qué ajuste se va a hacer en el presupuesto? ¿Se van a eliminar esas compensaciones y apoyos?
Andrés Manuel López Obrador ya dijo que nadie ganará más de 108 mil pesos mensuales. Muchos de estos burócratas, gracias a estos apoyos, ganaban más del doble de esos 108 mil pesos. En caso de que se cancelen esos apoyos, ¿los burócratas y sus líderes sindicales se quedarán con los brazos cruzados? Al final, ¿se seguirá con esa política de mostrar un sueldo austero, ocultando una compensación onerosa?
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