Virginia Durán Campollo / Se terminaron las campañas, las vacaciones, los pretextos y Miguel Ángel Yunes Linares debe ponerse a trabajar, en lo que le queda de su administración. Deja mucho que deber a los veracruzanos, pues desde el inicio se trasladó a Boca del Río, con todos sus secretarios, para liderar la campaña de su vástago. Con gran desprecio para la capital del estado, abandonó Palacio de Gobierno y los encargados de despacho venían una o dos veces por semana, a checar sus propias oficinas que dejaban encargadas con los directores. Un estatismo, que se refleja en la seria problemática en todos sentidos que padecemos, sobre todo en lo que ha seguridad se refiere. Recursos federales, estatales, más los “vómitos negros” de algunos duartistas, se presume se usaron en la costosa promoción. Mucho dinero tirado a la basura. No es la humildad una de sus virtudes. Parece repudia a los veracruzanos, por su pérdida que lo ha desquiciado. Lo refleja en el rostro iracundo. Como venganza y con gran perversidad, trastorna la legalidad con lo del IPE, el fiscal anti corrupción, el permiso para la construcción del gasoducto y quién sabe cuánta otra maldad más se le ocurra. Recibió una merecida derrota por su soberbia y menospreciar a muchos sectores productivos de Veracruz, como los mismos empresarios. ¡A ocuparse! pero en cosas productivas, que todavía cobra.
*** Parecido está el presidente Enrique Peña Nieto, con su pretendido préstamo de miles de millones de dólares y su ausencia casi total del panorama nacional. También le faltan algunos meses, para terminar la encomienda que el pueblo de México le dio y de la cual falló. Si bien es cierto que el llamado Tsunami Morena les arrasó, ya debe reaccionar al impacto. No puede dejar que la agenda política, económica y social la marque el presidente electo. Hasta el día que entregue la banda presidencial, es el responsable de la problemática del país con la que definitivamente no pudo. El hombre bien nacido, da la cara en la desgracia como en el triunfo. Ya tiene registro histórico su fracasada administración, que permitió severo golpe a la partidocracia corrupta e inepta. Contra eso se votó, en gran medida. No deben olvidarlo los que llegan. Se quería un cambio, se da una nueva oportunidad. La fortaleza de la nación, no debe estar en discusión y menos descuidada. Peña Nieto debe cumplir su mandato, hasta el último minuto del día señalado. Muy cercano ya.
*** Y para las agruras del mole…usted sabrá que tomar. Hasta la próxima.