Resultó vergonzosa la manera en que espuriamente y de manera ilegítima sin un congreso de por medio, el gobierno federal puso a Juan Díaz de la Torre al frente del SNTE. La silla seguía caliente y la oficina de la maestra Gordillo aún conservaba su aroma cuando la comenzó a ocupar el títere del sistema priista.
Ahora se sabe que el Gobierno de Peña Nieto premió la postura entreguista de Díaz de la Torre. Qué casualidad que después de anunciar el apoyo a José Antonio Meade Kuribreña, un mes antes de las elecciones del primero de julio, la Secretaría de Educación Pública (SEP) entregó al Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) 550 millones de pesos para la implementación de la Reforma Educativa.
Se acuerda usted de la fotografía donde aparece Díaz de la Torre con guayabera color turquesa levantándole la mano al candidato del presidente y ofreciendo 300 mil votos. Pues ahora sabemos que nada es gratuito. El SNTE ha recibido cerca de mil 730 millones pesos y por cierto a nadie entrega cuentas de ese dinero, mucho menos a los maestros.
Ahora se entiende porque todo el Comité Ejecutivo Nacional y sus seccionales, como corderitos, en lugar de defender a los maestros, se pusieron a apoyar la Reforma Educativa. Ni hablar, también se entiende porque el magisterio les dio la espalda este primero de julio. Pues cómo no, si el gobierno ha tenido comprado al SNTE.