No por algo los empresarios que le jugaron las contras inmediatamente buscaron la reconciliación con un video señalando las virtudes del nuevo presidente. Los expresidentes que le llamaron Lopitos, loco, y otros calificativos ofensivos, hoy esperan que el nuevo Tlatoani les conteste el teléfono.
Otros que se encuentran en la tablita y que durante muchas décadas fueron rémoras del PRI, son los líderes de los sindicatos corporativos del SNTE, de Pemex y otros más. Es seguro que AMLO, después del primero de diciembre y, después de que porte la banda presidencial y sienta correr por sus venas el poder político que ésta representa, tenga que poner las cosas en su lugar en los sindicatos.
Y es que éstos han sido una cuna de líderes corruptos. Por cierto, algunos de ellos ya hablaron por teléfono con el presidente electo y, desgraciadamente para ellos, comenzaron a sentir el frío de la indiferencia. Negro futuro para el sindicalismo charro.
