Si usted lo duda, lea con cuidado las siguientes palabras que dijo en el acto denominado Convivencia Cultural 2018: «La reforma educativa ya es un logro del que deben sentirse orgullosos los mexicanos. Es un logro que es aplaudido por las maestras y maestros de México, quienes se incorporaron e hicieron suyo este cambio estructural, a veces con resistencias, pero, al final de cuentas, advirtiendo lo valioso de este esfuerzo y de este mecanismo para asegurar una educación de calidad».
Sí, no lo dude, leyó usted bien, según el presidente los mexicanos debemos estar orgullosos por la Reforma Educativa. Y en el colmo de su delirio, el Ejecutivo federal señala que «este logro es aplaudido por las maestras y maestros de México».
Cómo ve usted, ahora resulta que las apoteósicas marchas en contra de la Reforma Educativa eran un carnaval de júbilo por parte de todos los maestros y las madrizas que recibieron los docentes, seguramente eran manifestaciones de gozo pleno. Por favor, que alguien le recuerde que su dichosa Reforma Educativa tiene los días contados.
