Jorge Flores Martínez / Antes de empezar y solo para aclarar, cualquier fiscal anticorrupción que pongan me es indiferente, total y absolutamente me da igual.
Uno de los argumentos que con insistencia alegan los nuevos que vienen a gobernar, es que no quieren que Miguel Angel Yunes Linares tenga un fiscal a modo. Su intención, válida o no, es que lo van a quitar apenas lleguen al Congreso con su mayoría. Todo bien y perfecto. Lo que no nos dicen, es que su verdadero propósito es nombrar un fiscal a modo de la nueva administración.
Como se puede ver, el pleito no es el fiscal, los votos o las maneras vulgares en las que unos querían y los otros impedían, el asunto es que cada quien quiere nombrar a un fiscal amigo que no le dé problemas. ¿Acaso creyeron que se trataba realmente de combatir la corrupción?
Me apena mucho, pero ningún partido quiere terminar con la corrupción, a lo más que podemos esperar los ciudadanos es que disminuya la percepción de la corrupción mientras esta sigue igual. Ni un solo político quiere un Juan Manuel Portal como auditor o fiscal, todos quieren alguien que sea amigo y que les pase por alto todo.
Yo prefiero al fiscal anticorrupción que nombró el Congreso y que durante la próxima administración estén incomodos y cuidadosos de no andar de uñas largas. Después de todo, ese se supone que es el propósito.
Se puede argumentar ¿Quién va a llevar los casos de la administración de Yunes? Pues es sencillo, el próximo congreso va a revisar las cuentas de los dos años de la administración de este gobierno. Seguro van a aparecer cuentas raras que no cuadren, desvíos, contratos amañados y cosillas por el estilo. Si es así, que el próximo Congreso del Estado presione al Fiscal Anticorrupción para que los expedientes penales caminen y lleven a los responsables a la cárcel.
En caso de que encuentren resistencia por parte del Fiscal Anticorrupción, pues que lo quiten y pongan al que quieran, para eso es la mayoría en el Congreso.
¿Cuál es el verdadero problema? Al final se reduce a que todos quieren poner al fiscal amigo, al fiscal carnal.
Si me preguntan, dejen al que nombraron, si no hace su trabajo, denle aire. Si lo hace, pues todos felices y contentos ¿O no?
Después de todo, los nuevos no vienen a robar a mentir ni a traicionar.
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