Arturo Reyes Isidoro / Oportunamente me aclaró el senador Héctor Yunes que no fueron todos los integrantes de la llamada Corriente Crítica Democrática del PRI los que denunciaron que él y Amadeo Flores Espinoza fueron los responsables de la derrota del tricolor el pasado día primero de este mes, sino sólo una persona: Jorge Landa.
Hace semana y media coincidimos en un restaurante y se refirió al señalamiento que hicieron los “críticos democráticos” en una conferencia de prensa seis días después de la histórica derrota del tricolor el 1 de julio cuando no ganaron ni la gubernatura ni las senadurías ni las diputaciones federales ni locales, lo que nunca antes les había ocurrido.
“Hay personas clave como nuestro amigo Amadeo, como Héctor Yunes, que se fueron a la oposición y estas son las consecuencias“, declaró Landa, de acuerdo a una nota que se publicó en alcalorpolitico.com
Héctor nunca se brincó a otro partido durante la campaña, pero en cambio Amadeo sí junto con la agrupación política “Vía Veracruzana” de su propiedad (el membrete y unos cuantos, porque no todos), quienes abiertamente y sin ningún rubor se volvieron neopanistas, se declararon partidarios del candidato Miguel Ángel Yunes Márquez e hicieron campaña a su favor.
Por eso cabe la duda de si lo que Jorge Landa pretendió fue hacerle un señalamiento a Flores Espinoza o un reconocimiento (ese día lo trató de su “amigo Amadeo”), que si fue esto último creo que estuvo fuera de lugar.
Se me hace exagerado pretender que la fuerza del PRI dependía de dos personas, aunque ahora me ocuparé sólo de Amadeo, porque con esa idea entonces cabría pensar que si el político de Cotaxtla no se hubiera pasado a las filas azules entonces el tricolor hubiera ganado. Nada más alejado de la realidad.
Landa o es amnésico o a propósito lo olvidó o no lo sabe, pero electoralmente Amadeo Flores ha sido un gran perdedor, cosa de recordar que como dirigente estatal del PRI fue el primero que sufrió una gran derrota en la primera mitad de los años 90 del siglo pasado cuando perdió 86 presidencias municipales de 210, cosa que nunca había ocurrido antes en Veracruz
Él poseía el récord de más alcaldías perdidas hasta que lo desplazó el actual gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien en 1997 perdió 107 de 210 presidencias municipales, pero en derrotas históricas ambos hicieron el 1-2 en el gobierno de Patricio Chirinos.
Flores Espinoza, violando los estatutos del PRI, volvió a la dirigencia del CDE el 31 de enero de 2016 en el gobierno de Javier Duarte y a él le tocó pasar a la historia política del Estado como el primer presidente priista que perdió una gubernatura: la de Héctor Yunes Landa.
Eso es algo que seguramente olvidaron también los yunistas azules cuando junto con su grupo lo presentaron el 14 de abril como su gran adquisición para ganar la gubernatura en la elección de este año. Ahora nuevamente, junto con su “Vía Veracruzana” ya panista, volvió a perder otra elección y otra gubernatura.
Peor, él y un grupo que lo rodea se ostentaron siempre como los cacicones del distrito de Martínez de la Torre por lo que pidieron o les asignaron esa demarcación esta vez, y volvieron a perder, todo, gubernatura, senadurías y diputaciones federal y local.
Las cuentas que entregó: Candidato a la Presidencia; Morena-PT-PES 94,902 votos, PAN-PRD-MC 43,753; al Senado: Morena-PT-PES 74,809, PAN-PRD-MC 47,003; a la diputación federal: Morena-PT-PES 76,264, PAN-PRD-MC 47,409; a la diputación local: Morena-PT-PES 44,624, PAN-PRD-MC 32,570.
Con ello se acabó el mito de que el dos veces expresidente del PRI estatal, exSecretario General de Gobierno, exProcurador de Justicia del Estado, exPresidente de la Cámara de Diputados del Congreso local y algunos otros ex (ocupó muchos otros cargos públicos al amparo del PRI) era, junto con su grupo, garantía de triunfo en cualquier elección en el distrito citrícola.
Por eso, vuelvo a Jorge Landa, me parece fuera de toda proporción pensar que el brinco de Amadeo al panismo propició la derrota del tricolor. Al contrario, creo que si él y los suyos se hubieran ido antes del PRI hubieran ayudado a adecentar a ese partido, a sanearlo con su salida, y el electorado no hubiera sido tan rudo con él.
En el caso de los azules, se olvidaron que hay sumas que restan, porque haberlo llevado a sus filas fue haber comprado un pleito con la Iglesia, que no olvida que el de Cotaxtla llevó a los jerarcas religiosos de Veracruz al banquillo de los acusados como delincuentes electorales.
El 16 de diciembre de 2016 me referí a ese tema en “Prosa aprisa”. Transcribo algunos fragmentos:
“Toda la jerarquía de la Iglesia católica de Veracruz no quiso que terminara el año sin hacerle un reproche y recordarle al PRI estatal que los llevó al banquillo de los acusados, que los ‘difamó’ y que prácticamente los convirtió en infractores y delincuentes electorales.
Cuando se esperaba que arzobispos y obispos emitieran por estas fechas su tradicional mensaje de Navidad, ¡zas!, el miércoles pasado dieron a conocer un extenso comunicado sobre el pasado proceso electoral ¡que tuvo lugar hace seis meses!”.
Luego se referían al proceso en el que ganó la gubernatura Miguel Ángel Yunes Linares de acuerdo al cómputo del OPLE.
“Lamentablemente… el PRI… mediante artificios e interpretaciones sesgadas, impugnó estos resultados, acusándonos ante el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) a los 11 obispos junto a otros 3 hermanos sacerdotes católicos y un hermano pastor evangélico por haber supuestamente realizado un proselitismo político ‘de manera sistemática y deliberada’, ‘en flagrante violación a los principios del Artículo 130 de la Constitución Federal…’ convirtiéndonos así, prácticamente, en infractores y delincuentes electorales”.
En su comunicado repasaban las acusaciones que le hizo el PRI, cuya denuncia firmó Flores Espinoza.
En la parte final expresaban: “… ‘gracias a Dios’, el 19 de octubre recuperaron la confianza en las instituciones, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), por unanimidad declaró que los 15 ministros de culto no hicieron proselitismo a favor o en contra de ningún partido, declarando improcedentes las ‘vistas’ de sanción que remitía a otras autoridades como el OPLE y la Segob ‘por estos delitos electorales infundadamente atribuidos’”.
Yo cerré con el siguiente comentario: “Quién sabe si tanto el Comité Ejecutivo Nacional del PRI como la Secretaría de Gobernación tomaron nota del comunicado de los obispos de Veracruz, dos de ellos arzobispos, pues los mismos que acordaron impugnar la resolución del TEV que validaba la elección y que acusaron a la Iglesia, uno sigue al frente del Comité Directivo Estatal, Felipe Amadeo Flores Espinosa, y encarará el proceso electoral municipal en 2017, y el otro, Héctor Yunes Landa, insiste en postularse de nuevo como candidato priista a la gubernatura del Estado en 2018” (Amadeo perdió la mayoría de alcaldías y Héctor intenta postularse de nuevo en 2024).
Ahora la pregunta es: ¿”Vía Veracruzana” y su “líder moral” Felipe Amadeo Flores Espinosa intentarán brincarse a Morena? ¿Si así fuera, los aceptarían en las filas de Andrés Manuel López Obrador y como aliados de Cuitláhuac García?
AMLO de vacaciones, sin lujos
Desde el lunes, Andrés Manuel López Obrador viajó al sureste del país, primero a Villahermosa para entrevistarse con el Gobernador Electo de Tabasco Adán Augusto López y luego para brincarse a Palenque, Chiapas, muy cerca, a su rancho. para pasar cuatro días de vacaciones.
Contrario a lo que hemos estado acostumbrados, se fue y viajó como cualquier hijo de vecindario. Testigos narraron al diario Reforma su llegada y salida del aeropuerto de la Ciudad de México y le facilitaron una foto que alguien le tomó con su celular, esto es, no iba con algún staff de prensa oficial.
“… sin despliegue alguno de seguridad, escoltas o trato VIP, el tabasqueño usó el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México como cualquier usuario.
Alrededor de las 11:40 de la mañana, el virtual Presidente electo; su hijo, Jesús Ernesto, y su esposa, Beatriz Gutiérrez Muller, mostraron su pase de abordar en el filtro de seguridad de la Terminal Uno del AICM.
Otros pasajeros que presenciaron la escena, detallaron a REFORMA que AMLO hizo fila para pasar los arcos detectores de metales y dirigirse a las salas de última espera.
AMLO no recibió trato preferencial por parte del personal de seguridad, ni fue atendido por personal del AICM, que cuenta con espacios VIP para que personajes públicos o de alto rango que usan vuelos comerciales, no tengan que pasar los filtros de seguridad con el resto de los pasajeros.
Aparentemente, López Obrador iba con prisa para tomar un vuelo nacional y todo indica que ingresó a la Terminal Uno del AICM por la entrada para todos los usuarios.
En esa zona, prácticamente no hay seguridad alguna para quienes descienden de un automóvil”.
El tabasqueño predica con el ejemplo de lo quiere de sus funcionarios.
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