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El SNTE, o se democratiza o las bases se encargarán de ello

La necesario democratización del SNTE, una necesidad para el magisterio FOTO: WEB

Un sindicato es un refugio contra el tirano y el patrón opresor. El líder sindical habla por el que no sabe hacerlo. Un verdadero líder debe conoce los derechos laborales para que pueda defender al trabajador de las injusticias patronales. Si algo atenta contra el trabajador, el líder debe estar presto a defenderlo, rápido, sin titubear y de manera inmediata. El líder no debe olvidar que el sindicato tiene su fuerza en sus agremiados.

Si un sindicato tiene un líder timorato, voluble y traidor, y éste no cumple con sus funciones, debe ser relevado por alguien que sí defienda a la base trabajadora. En el 2013, cuando la mal llamada Reforma Educativa amenazó directamente la estabilidad laboral de los maestros, la maestra Elba Esther Gordillo levantó fuerte su voz y dijo: «No podemos permitir la amenaza. A los maestros no se les amenaza, a los maestros no se les dice “si no cumples, se te hace daño”».

Esa postura le costó su libertad. Es cierto, los maestros no son ingenuos, la maestra se servía con la cuchara grande de los recursos de los maestros, sus servicios eran caros, pero de algo sí se puede estar seguro: al menos defendía al magisterio.

Hoy está al frente un pupilo de la maestra, Juan Díaz de la Torre, un hombre que le apostó todas las canicas al PRI y a Nueva Alianza. Hoy este líder de papel siente sobre sus sienes los vientos de la democracia. El sindicato magisterial debe dar apertura al voto universal de todos, absolutamente de todos los agremiados a los que se les descuenta el uno por ciento de su quincena. Se debe acabar esa simulación de delegados empinados y maiceados, que sólo van a levantar el dedo en busca de una migaja de poder. El SNTE, o se democratiza o las bases se encargarán de ello.