Con el propósito de apuntalar esa candidatura Anaya promovió, junto con Alejandra Barrales, un “Frankenstein político” llamado Por México al Frente, en el que el Partido de la Revolución Democrática sólo fue una rémora que se alimentaba de los desperdicios del PAN y Movimiento Ciudadano consiguió que, a su líder, Dante Delgado, lo hicieran senador plurinominal.
De acuerdo con Damián Zepeda nada impide que Anaya regrese, pero no va a regresar a la dirigencia nacional; es que la verdad, por mentiroso y embustero, ya nadie lo quiere.