El gobernador electo, Cuitláhuac García, declaró que sus «funcionarios serán libres como responsables de su propio decir. Ustedes serán libres de entrevistarlos». García Jiménez reconoce que los medios de comunicación son receptores de las críticas de la sociedad y por lo mismo los funcionarios tendrán que responder a esas críticas.
El problema es que en su momento cada funcionario quiera jalar agua para su molino, como ha sucedido siempre; que se originen rencillas entre ellos, como ha sucedido siempre; que empiece el fuego amigo, como ha sucedido siempre. La libertad de expresión tiene sus privilegios y sus riesgos, cuando no se sabe utilizar.