El “Mijis” y la rehabilitación social

Pedro César Carrizales Becerra, el Mijis FOTO: WEB

Armando Ortiz / Hubo un tiempo en que la rehabilitación social quiso llamarse reinserción social, pues el afán del gobierno era demostrar que se podía reinsertar a una persona, que había cometido un delito y que había pagado su culpa, dentro del entorno social. Pero la verdad el concepto es un mito. En mis años como maestro de talleres de literatura en el penal de Pacho Viejo me tocó ver muchos casos de muchachos que pagaban su culpa y a los pocos meses estaban de regreso. ¿Por qué? Porque el Estado no se preocupa de reinsertarlos. Los libera desvalidos, a muchos sin familia, sin hogar, sin trabajo y con antecedentes penales. Al final regresan a hacer lo que saben hacer, delinquir. Por más que se ha dicho a las autoridades, estas no cambian su actitud. La cárcel es punitiva, sirve para escarmentar a los malos, a los inadaptados, a los que no quieren encajar en ningún rol social. Pero la verdad es que muchos jóvenes que han caído en la delincuencia lo hacen porque no tienen alternativas. Se les niega el estudio porque tienen que trabajar desde muy jóvenes. Los trabajos que se les ofrecen son muy mal pagados. Se les estigmatiza cuando buscan formar parte de un grupo y se les mira con temor y con desdén. Y luego nos preguntamos ¿por qué tanto resentimiento? Pero. ¿qué hay de alguien que se ha logrado reinserta a la sociedad a tal grado que ha conseguido ser diputado electo? Ese es el caso del “Mijis”.

¿Quién es el “Mijis”, próximo diputado de PT-Morena en San Luis Potosí?

El “Mijis”, Pedro César Carrizales Becerra, fue acusado de herir a balazos a cuatro personas, aunque más tarde fue absuelto de ese delito. Él es uno más de los beneficiados del tsunami llamado “Andrés”. Es diputado electo, ya se ha rehabilitado y tiene un programa social que busca ayudar a que los chavos banda y de pandillas se integren a la sociedad; su programa se llama Movimiento Popular Juvenil. El “Mijis” quiso ser diputado por la vía independiente, pero ante las dificultades que el órgano electoral le impuso aceptó ser propuesto por el Partido del Trabajo y ganó en las elecciones un lugar como diputado en la Cámara de diputados. Pedro César Carrizales Becerra dice que durante la campaña la policía lo acosó, como lo ha acosado siempre en su afán de sacar de las calles a muchos jóvenes para que se vuelvan personas útiles. Por supuesto, éste puede ser el ejemplo de una persona rehabilitada que podría ser un gran activo y que podría representar eso que tanto pregonó AMLO en la campaña: reconciliación y amnistía. Los primeros pasos que dé Pedro César Carrizales Becerra, mostrarán si lo que busca es ayudar a que México sea un buen país, o sólo buscará sacar provecho del cargo. Llama la atención que algunos ya estén pensando en destituirlo y poner a su suplente, pues no están muy de acuerdo en cómo se presenta el “Mijis”, acompañado siempre de su banda.

¿Nos debería importar el aspecto del “Mijis” o sus propuestas?

Javier Duarte vestía trajes de diseñador y zapatos de 70 mil pesos. Lo mismo Rodrigo Medina, Humberto Moreira, César Duarte y muchos exgobernadores que dejaron saqueado a su entidad. Ahora entendemos que la pulcritud y elegancia no son garantía de honestidad. El “Mijis” viste de mezclilla, con tenis y paliacate en la cabeza. Tiene el cuerpo tatuado y fue delincuente, pero se dedica a ayudar a chavos a salir del mundo de las pandillas con su Movimiento Popular Juvenil. Es de San Luis Potosí y se metió a la política “por que me cansé de ver como por ser un chico banda y la ciudadanía discrimina a estos jóvenes!” (sic). El “Mijis” dice “me eh preparado y me seguiré preparando por que nadie nace sabiendo y como es muy dicho todos los días se aprende algo!” (sic). El “Mijis” no lo sabe, pero tiene una gran carga encima. Él nos ayudará a entender si se le debe dar una responsabilidad legislativa a alguien que realmente sale del pueblo, de las calles, de la rehabilitación. Si falla y sólo busca el puesto para su propio provecho, entonces el mismo estigmatizará a su “raza”, como el mismo la llama.

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