Pues muchos de esos que se fueron a vivir la vida loca ya vienen de regreso con la gran sorpresa de que vienen a un país diferente al que dejaron, un país en el que está determinado que el próximo presidente será de izquierda. A algunos no les caerá bien la noticia, a otros les dará lo mismo; no creemos que algunos se decidan a quedarse por allá.
A esos que regresan y no les gustan los resultados de las elecciones habría que decirles que no deben sentirse mal si no votaron para apoyar a su candidato de derecha, de todos modos, si hubieran votado en contra de López Obrador, nada hubieran cambiado.