Así de amado es Fidel Herrera, en silla de ruedas fue a votar y le mostraron su repudio; «no vales nada», le gritaron

A pesar de que Fidel Herrera se presentó este primero de julio en silla de ruedas a votar; a pesar de que llegó después de que sufriera un infarto; a pesar de su invalidez y de su aspecto enfermizo, las personas que estaban formadas para votar se quejaron de que al exgobernador le dieran preferencia para pasar por delante de todos.

De inmediato lo grabaron y exigieron a los funcionarios de casilla que no lo dejaran votar. «De qué derechos goza este cabrón, quien se cree que es. ¿Vale más que yo? Entonces no vales nada. Que se vaya», y las personas empezaron a corear, «qué se vaya, qué se vaya». Cabe mencionar que ese es el galardón de uno de los peores gobernadores que ha tenido Veracruz.

Antes, «en la plenitud del pinche poder», Fidel Herrera era ovacionado en el lugar en el que se encontrara. Cuando acudía a votar era seguido de un grupo de lambiscones que le pedían algo o que le rendían pleitesía. ¿Dónde están esos lambiscones en este momento?

Hoy Fidel sólo es un guiñapo en silla de ruedas; una escoria política que sólo merece repudio. Hoy Fidel Herrera se ha convertido en lo que siempre fue, en una miasma humana que respira, que respira, que respira.

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