De la misma manera, las campañas electorales soltaron su aroma mágico y sometieron a las personas a una orgía política. Los hermanos se fueron contra los hermanos y contra las hermanas y se escupieron en el rostro; los vecinos se repudiaron y se llamaron tontos, corruptos, vendidos. Los compañeros se distanciaron y se miraron con desconfianza. ¿Qué va a pasar el 2 de julio y los días subsiguientes?
Pues como dice la canción de Serrat: «Y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal la zorra pobre al portal la zorra rica al rosal y el avaro a las divisas». Pero eso sí, no tendremos cara para mirar a nuestro hermano, vecino o compañero al que agraviamos.