Los sueños, sueños son…

Los sueños de un niños FOTO: WEB
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Édgar Landa Hernández / “No sólo se sueña durmiendo, también despierto se vive soñando”

Por lo regular, la mayoría de las personas tenemos un sueño que cumplir, una meta que alcanzar, aunque muchas de las veces la disposición ahí está, no faltan las adversidades que hagan que nos detengamos un poco sin llegar acaso a nuestro deseo.

Dicen que soñar no cuesta nada lo que cuesta es el esfuerzo que se ha de llevar para culminar el sueño de nuestra vida.

Cada una de las personas tenemos un sueño que perseguir, obvio que no siempre se realiza, pero la idea ahí prosigue como una mera esperanza que algún día se ha de volver realidad.

Pero ¿qué es un sueño? ¿Será acaso una quimera que se desvanece conforme vamos llegando a él?

Cuando el sueño se hace de una forma lúcida logramos corresponder a la fuerza que se centra en nosotros mismos, convertimos nuestro ingenio en la herramienta que nos ha de servir de guía para lograr el tan deseado anhelo. Soñar nos es malo, despertar y darnos cuenta de que no hemos hecho nada por realizarlo sí.

Hay sueños que son impostergables, otros más solo deambulan como nubes que se dejan llevar por la fluidez del viento de la inconsistencia y así como aparecieron desaparecen.

Mientras prosigamos transitando como habitantes de esta tierra seguiremos soñando.

Y me despido con esta estrofa de un poema de Pedro Calderón de la barca que dice así:

Yo sueño que estoy aquí 
destas prisiones cargado, 
y soñé que en otro estado 
más lisonjero me vi. 
¿Qué es la vida? Un frenesí. 
¿Qué es la vida? Una ilusión, 
una sombra, una ficción, 
y el mayor bien es pequeño: 
que toda la vida es sueño, 
y los sueños, sueños son.

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