El árbitro encargado de organizar las elecciones deberá ser imparcial y cumplir con su responsabilidad. Sería un error muy grave que éste se dejara corromper por promesas de poder o dinero. La tentación de un fraude descomunal está latente. Ojalá y que prevalezca la mesura y madurez de todos los actores y se lleven a cabo unas elecciones ejemplares.
Resulta lamentable que a cuatro días de llevarse a cabo las elecciones, en nueve estados de la República se están prendiendo las luces de alerta por el robo descarado de boletas y papelería electoral. Ojalá y el INE se apreste a resolver estos conflictos, que bien pueden empañar el proceso democrático que tanta falta le hace a nuestro país.