En este medio, después de analizar detenidamente los acontecimientos políticos, ha informado de la posibilidad de que el gobierno de Enrique Peña Nieto no quiera soltar el poder. La presión de los varones del dinero y de los hilos conductores que mueven al país, desde luego en manos del capo mayor Carlos Salinas, no es buen augurio para la democracia mexicana.
El discurso ingenuo que maneja el PRI de que los indecisos en el último momento le darán la victoria a su candidato, se asemeja a un capítulo de La Rosa de Guadalupe, donde en el momento de votar, la brisa divina iluminará a los indecisos y se decidirán votar por el Santo niño José Antonio, es un recordatorio maternal a la inteligencia de los mexicanos.
Hay motivos para estar alerta, hay antecedentes de lo que es capaz gente de la calaña de Carlos Salinas. Por cierto, el INE se parece al Club de Tobi, no tiene los suficientes arrestos y autoridad para meter orden en el dispendio de recursos por parte del PRI y del PAN con sus dichosas tarjetas. Ojalá y se respete la voluntad popular, es por el bien de todos.