Tal pareciera que la Unión Nacional de Padres de Familia fueron los herederos de la santísima vela atravesada y de cientos años de oscurantismo moralista que ha generado que muchos hayan crecido con muchos complejos y estrechez de miras. Resulta que el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), Leonardo García Camarena, repudió los nuevos libros de texto de la SEP, debido a que incorporan contenido “genitalista”.
Seguramente el señor quiere que los libros pongan los términos ‘cosita’ o ‘pilín’ para referirse a los genitales masculinos y femeninos. Y es que estas posturas ortodoxas, de organizaciones que supuestamente velan por las buenas costumbres, son las que se oponen a que los adolescentes aprendan en las escuelas sobre la diversidad sexual, diferencia entre género y sexo, homofobia y transexualidad, además de erotismo y autoexploración. Lo que estos señores no saben es que la palabra pene y vagina ya aparece desde hace años en los libros de biología y Formación Cívica.
Y es que el líder de esta asociación declaró que: «Los menores están en formación, por lo que debemos hacer hincapié en la madurez, en el respeto, en la inteligencia, en la voluntad, en el compromiso y en el amor, conceptos que no vemos reflejados en estos libros, pero sí vemos una educación genitalista, dejando fuera la formación integral».
Si quiere que estos conceptos aparezcan, bueno pues que lleve a sus hijos al catecismo o la doctrina, pero en la escuela tienen que aprender las cosas por su nombre. Ya superamos la etapa donde al pene se llamaba aparato reproductor masculino, y a la vagina se le llamaba, aparato reproductor femenino. Ni hablar, la doble mora, a todo lo que da.
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