Favorece la trata de infantes, política migratoria de EEUU: obispos

Conferencia del Episcopado Mexicano FOTO: WEB
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Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. Cuatro mil niñas y niños migrantes han sido separados de sus familias, del año pasado a la fecha, por instrucciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Obispos mexicanos se pronunciaron en contra de la política migratoria del país vecino y la consideraron de “tolerancia cero”.

José Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), consideró que dicha política expone a los menores a ser víctimas del crimen organizado o la trata de personas.

«Los obispos mexicanos manifestamos nuestra grave preocupación ante el anuncio que el gobierno de los Estados Unidos ha hecho respecto de que casi 2 mil niños migrantes han sido separados de sus padres en las últimas semanas. De esta manera, se eleva el total de niños en esta situación a casi 4 mil del año pasado a la fecha», se lee.

En el documento, también firmado por Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, se expone que el Papa Francisco ya ha extremado su preocupación por el creciente número de niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados que existen en algunas partes del mundo.

«Las familias no deben ser separadas. Al contrario, el bien común se consolida con la unidad de las familias. Este es el resultado de una política migratoria de ‘tolerancia cero’, que promueve el arresto a todos los adultos que intentan entrar de manera ilegal a los Estados Unidos, incluyendo aquellos que buscan asilo y huyen de condiciones de peligro y vulnerabilidad en sus países de origen».

Los obispos exponen que mientras los adultos son arrestados y detenidos, los niños acompañantes son separados de sus familiares y enviados a diferentes instalaciones de detención.

«Así mismo nos preocupa que también existen muchos niños migrantes solos o que se encuentran en compañía de personas que no son sus padres o sus tutores oficiales, en cuyo caso, están más expuestos a ser presa del crimen organizado o de la trata de personas».

Los obispos hicieron un fuerte llamado al gobierno de Estados Unidos, a salvaguardar la integridad de las familias migrantes y el derecho que, tanto padres e hijos tienen de permanecer unidos.

«La soberanía política de cualquier Estado descansa en una soberanía anterior y mucho más fundamental: la soberanía de las familias. Las familias poseen una dignidad que les es propia y que no es fruto del estatus migratorio de sus integrantes sino de su propia naturaleza como célula esencial de la vida social».

Y es que, a su juicio, separar a las familias, genera consecuencias más peligrosas y dañinas para los niños, porque los hace más vulnerables y los expone a otros riesgos que, sin el cuidado y resguardo de los padres no podrán afrontar.

«El interés superior de los niños tiene primacía sobre cualquier otra cuestión o discusión en esta materia. Confiamos a Santa María de Guadalupe las esperanzas y el cuidado de todos los migrantes y refugiados, y muy especialmente de los niños y niñas latinoamericanos que padecen esta situación en los Estados Unidos».

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