Nunca antes en la historia de los Estados Unidos, después de la abolición de la esclavitud, los inmigrantes habían sido tratados tan indignamente por un presidente. La política de cero tolerancia de la administración Trump, trata a los inmigrantes, entre ellos muchos compatriotas, como verdaderos animales.
Circulan imágenes en las redes sociales y en algunos medios de un viejo almacén en el sur de Texas donde se encuentran cientos de niños inmigrantes separados de sus padres, éstos aguardan en jaulas creadas por verjas de metal. Una de ellas tenía 20 menores. En el suelo hay botellas de agua, bolsitas de papitas fritas y grandes láminas de papel aluminio para que se cubran al dormir.
Desafortunadamente los congresistas demócratas sólo se quejan, pero no cuentan con la mayoría para ponerle un alto a un sujeto que se siente superior a los demás. Se tiene documentado que en el Valle del Río Grande, en Texas, el corredor de mayor tránsito de gente que intenta ingresar ilegalmente a Estados Unidos, funcionarios de la Patrulla Fronteriza argumentan que ellos tienen que tomar medidas severas contra los migrantes y separar a los adultos de los niños para desalentar a otras personas.
En otras palabras, bebés y menores de edad son arrebatados de los padres por no contar con documentos o tan sólo por su apariencia latina o hispana. Ahí está el resultado por votar sin usar la cabeza.
Comentarios