Claudia Guerrero Martínez / Carta de empleados de la Dirección General de Difusión Cultural de la Universidad Veracruzana y nos la hicieron llegar como denuncia ciudadana, exponiendo las graves anomalías, con el nombramiento del entonces Director Rodolfo Mendoza Rosendo, quien además, incrustó a sus incondicionales… Meses después, ante un total abandono de su titular, rematando con la ausencia del propio Rodolfo Mendoza en la clausura de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) por cuestiones poco claras, la Rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara González decidió pedirle su renuncia de forma inmediata…
Lo malo, es que su grupo de incondicionales se quedaron en esta sensible dirección para la difusión de actividades culturales de nuestra máxima casa de estudios y orgullo de los veracruzanos… Y aquí, las quejas y dramática situación que enfrentan los empleados:
“Respetable Licenciada Claudia Guerrero, reciba un cordial y respetuoso saludo, trabajadores de la Universidad Veracruzana le enviamos el presente para que esté enterada y todos se enteren (si nos hace favor) de lo que realmente sigue sucediendo en la Dirección General de Difusión Cultural, después de la supuesta “destitución” de Rodolfo Mendoza Rosendo. Cambió de nido la serpiente, pero dejó los huevos incubando.
Cuando Rodolfo Mendoza Rosendo tomó posesión como Director General de Difusión Cultural de la Universidad Veracruzana, en octubre del año pasado, trajo con él un sequito de más de veinte personas, su “equipo de trabajo” o mejor dicho, su Clan.
El Clan de Rodolfo Mendoza Rosendo, que dejo enquistado en Difusión Cultural, está formado por la que “era” su secretaria particular y asistente personal, que es también su sobrina Raquel Torres Meneses; en la jefatura de Asuntos Técnicos, Dalia Gutiérrez Lagunas y su asistente personal, Luis César González Pardo… La asistente de Dirección, Monserrat Sánchez en la Jefatura de Grupos Artísticos y su asistente personal, el jefe de promotores Raúl Barrientos y dos personas más en esa oficina, la Jefa de Medios, Alba Lorena Herrera Huerta y diez personas más en ese departamento, entre ellos la hija de una exfuncionaria de la Universidad Veracruzana, Ariseí Viveros Hernández, en Gestión Académica.
Todos son siervos y vasallos de Rodolfo Mendosa Rosendo, lo demostraron, lo manifestaron y lo gozaron con privilegios de todo tipo. Una de las características de este clan es la soberbia, les gusta manipular, les encanta tener poder, aprendieron muy bien de su maestro. Se “fue” Rodolfo Mendoza de Difusión Cultural, pero dejó a sus alumnos, sus discípulos a los que aprendieron de sus artimañas y delitos, los que quieren quedarse para ser los oídos y ojos de su Maestro y para no dejar el control y los privilegios que gozaron y gozan.
Detrás de Rodolfo Mendoza se fue Dalia Gutiérrez Lagunas Jefa de Asuntos Técnicos y Monserrat Sánchez, Jefa de la Oficina de Grupos Artísticos ¿y los demás? hasta los que eran sus asistentes personales se quedaron y eran su mano derecha. Todo es una farsa, es ilógico pensar, que el nuevo Director de Difusión Cultural crea, que esas personas no siguen siendo fieles al exdirector, ven, oyen y conspiran a su favor.
¡ES EL CLAN CHICO JULIO! lo único que hacen es complotar. Boicotean el trabajo que se desarrolla en Difusión Cultural, apoyados muy de cerca por el Administrador Flavio Omar Bautista Córdova, que en cada administración se va con el mejor postor y por eso ha sido eterno en ese puesto. No se ordenó una auditoria ¿Por qué les están permitiendo parchar, ajustar y ocultar información que dejaría en evidencia los desfalcos, despilfarros, y malos manejos de Rodolfo Mendoza Rosendo y de su clan? Hasta les están ayudando a cuadrar y ajustar información, sobre todo el Administrador”… Hasta ahí la carta…
Sería conducente investigar y hasta auditar estas graves anomalías y conocer más de cerca a los que integran en esta Dirección de Difusión Cultural, misma y tal parece, ser más una agencia de colocaciones, que una plataforma para promocionar las actividades de la UV…
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