Para empezar, resultaba un poco extraño que en los 90 minutos que dura el juego, o súmele algunas horas de la celebración, de manera subrepticia, a oscuritas, Peña Nieto haya dado el agua a las trasnacionales o a empresas explotadoras del líquido. Pocos se pusieron a investigar, y tomaron como cierta la noticia sobre todo cuando se veía al presidente firmando un decreto que sumaba 10 nuevas reservas de agua, un decreto no del día 17 de junio, domingo del juego de la selección, sino firmado el 5 de junio, Día del Medio Ambiente.
Por supuesto, los expertos señalan que, si bien no se privatizó el agua, sí se están dando ciertos pasos que permitirían «a las grandes transnacionales para obtener las concesiones necesarias con la ayuda de un marco legal establecido». De todos modos, aunque la noticia de la privatización es falsa, sí nos alertó para que estemos atento a los siguientes pasos que los legisladores piensen dar, en caso de que se quiera privatizar el valioso líquido.