Las cloacas que existen en las escuelas no están en los sanitarios, éstas se encuentran en la mayoría de las Sociedades de Padres de Familia. Si estas asociaciones cuentan con padres honorables, honrados y con alta calidad moral, será difícil que se corrompan. Sin embargo, si éstas están compuestas por gente con apuros económicos y con calidad moral cuestionable, sólo falta que aparezca un directivo ávido de dinero para que hagan de las suyas. En el inicio del periodo escolar, tanto directivos como las mismas sociedades de padres, comienzan a frotarse las manos debido la entrada de dinero por las cuotas escolares.
Esto representa dinero fresco para tapar los pendientes que tengan por comprobar. Muchas sociedades de padres hacen su feudo en las escuelas, salen sus hijos y se perpetúan en el cargo con la ayuda de directivos corruptos, claro que con su respectiva tajada. La mayoría de APF hacen sus arreglos con directivos de dudosa reputación moral, aplican unas cuotas estratosféricas, que nunca se ven reflejadas en el mantenimiento de los planteles.
Es urgente que los diputados se pongan las pilas y hagan una propuesta seria de Ley ante el Congreso para vigilar los recursos de los padres de familia, que con mucho esfuerzo logran juntar para la inscripción.
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