Y es que al parecer el exgobernador ya está asimilando la idea de que pasará una larga temporada tras las rejas. Por esa razón, el esposo de Karime Macías se ha puesto unos guantes de box para golpear un bulto lleno de aserrín, todo eso para matar el tiempo y para ponerse en forma.
No cabe duda que en este mundo traidor, la política es como la rueda de la fortuna, a veces estamos arriba y a ratos estamos abajo. El problema para Javier Duarte es que esta difícil que él se vuelva a trepar a la rueda de la fortuna de la política y todo por no tener llenadera.