Después del golpe mediático que propinara la Fiscalía General del Estado a Karime Macías, esposa del malogrado exgobernador Javier Duarte, hoy preso en un penal del centro del país, algunas almas compadecidas y contritas veían con ojos de lástima a Karime Macías y señalaban el exceso del actual gobernador contra una pobre e indefensa mujer, que su único pecado fue desear pasar sus últimos años en la abundancia de la riqueza, aunque haya sido mal habida.
El preso del Reclusorio Norte sabe que, a pesar de su despacho de abogados, las acusaciones que pesan sobre él son muy serias y que será muy difícil que recupere su libertad. Especialmente con la última acusación de desaparición forzada, un delito que está tipificado como de lesa humanidad.
Y para a completar el cuadro, un juez federal negó la suspensión a Virginia Yazmín Tubilla, madre de Karime Macías, de un amparo con el que pretendía protegerse de cualquier posible orden de aprehensión. Así que en cualquier momento la mamá de la que merece abundancia, podría hacerle compañía a su yerno favorito.
Tampoco hay que perder de vista al papá de Karime, Antonio Macías Yasegey, bajo investigación dentro de la carpeta FED/SEIDF/UEIDFF-VER/0000691/2016 abierta por la PGR. Ni olvidar la prima favorita de Karime, Brenda Tubilla Muñoz, quien fuera Directora de Programas Especiales, quien se enriqueciera de la noche a la mañana.
Su otro primo Jorge Fernando Ramírez Tubilla, y la prima rebelde Córsica Alejandra Ramírez Tubilla, su concuño, José Armando Rodríguez Ayache y su hermana, Mónica Macías Tubilla, todos ellos, en cualquier momento, pueden pasar a vestir el uniforme naranja que tanto identifica a la familia.
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