Finalmente, Andrés Manuel López Obrador se reunió con los miembros del Consejo Mexicano de Negocios. Entre los presentes estuvo Germán Larrea, Emilio Azcárraga Jean, Alejandro Ramírez, Claudio X. Gonzalez y Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Al parecer en este encuentro se limaron las asperezas, entre todos compartieron el pan y la sal; hubo respeto y diálogo, pero sobre todo acuerdo.
AMLO prometió que en caso de ganar la presidencia gobernará para ricos y para pobres, y dejará de descalificar a los empresarios llamándolos parte de la mafia del poder; es decir, como si fuera cena de Pentecostés, AMLO los ungió con aceite de oliva y los volvió santos. ¡Patrañas! Por mucho que se hayan ido a disculpar con López Obrador, por mucho que hayan doblado las manitas, los pinches empresarios “chupasangre” lo seguirán siendo y su vocación de explotadores no se les va a quitar tan sólo porque el posible presidente de México ponga las manos sobre su cabeza.
Esperemos que López Obrador no haya hecho compromisos en lo oscurito, como mantener la exención de impuestos, o brindarles las mismas facilidades para seguir explotando nuestros recursos naturales sin dar nada a los mexicanos.
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