Enrique Peña Nieto tuvo oportunidad de detener el saqueo en Veracruz, Quintana Roo, Coahuila, Nuevo León, sólo por poner cuatro ejemplos. Sin embargo, algunos de esos gobiernos aportaron dinero para su campaña, por lo que antes de entrar al poder ya tenía el compromiso de no tocar a los corruptos gobernadores Javier Duarte, César Duarte, Roberto Borge y Rodrigo Medina.
Peña Nieto tuvo sus primeros dos años para darse cuenta de que estos gobernadores ladrones le iban a cobrar muy caro el aporte que hicieron para que el ganara la presidencia. Al mismo tiempo el presidente de México andaba muy ocupado tratando de encubrir el asunto de su Casa Blanca.
El no haber puesto orden en el país, el no detener el saqueo descarado y a manos llenas, es lo que le está costando a José Antonio Meade no remontar en las encuestas y quedarse a más de 30 puntos porcentuales de López Obrador. La percepción que las personas tenían de Meade era muy positiva, pero antes la circunstancia de ir abajo en las encuestas lo obligaron a cometer canalladas. Todo porque Peña Nieto no puso orden a tiempo en su casa.
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