¿A poco ya estarán en negociaciones para una transición civilizada? Nos referimos al equipo de Andrés Manuel López Obrador y a la Presidencia de la República. Y es que ante los varios llamados de los empresarios que buscan evitar que sus empleados voten por Andrés Manuel López Obrador, quien salió a callarlos fue el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez.
En conferencia de prensa, Eduardo Sánchez señaló: «La ley electoral es muy clara y tenemos que ser todos muy respetuosos. El voto es libre y secreto. Nadie, bajo ninguna circunstancia, puede coaccionarlo (el voto) ni mucho menos inducir o no inducir absolutamente nada que afecte la libertad de un votante cuando va a ejercer este derecho soberano». De acuerdo con la ley electoral la inducción o coacción al voto es un delito electoral.
Habría que ver si en la manoseada ley electoral, la inducción y coacción del voto tienen alguna sanción. De momento la Presidencia no es ajena a las tres últimas encuestas, Reforma, Parametría y Bloomberg que ponen a López Obrador por arriba del 50 por ciento de las preferencias; ¿será que la Presidencia está poniendo sus barbas a remojar?
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