Sin embargo, frustrado, el mandatario estadunidense, al ver no consiguió doblegar ni a México ni a Canadá, la mañana de este jueves 31 de mayo impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio, lo que significa un gran golpe no sólo para la economía mexicana sino también para la norteamericana, pues las empresas automotrices y de la construcción, por ejemplo, cargarán ese impuesto al consumidor.
Muchos analistas financieros señalan que con esto Donald Trump se está aplicando un harakiri, pues ya se había advertido que imponer este tipo de sanciones podría llevar a una guerra comercial que impactará en la economía norteamericana. De momento todos los mexicanos se unen, antes del Mundial, a un grito unido: «Donald Trump, la porra te saluda; ta ta ta ta ta».