Las juventudes priistas no representan nada, nunca representaron nada porque siempre fueron muchachos sin inteligencia, sin ideología, sin conocimiento de la política verdadera. Las juventudes priistas sólo buscaban la beca o estar en nómina para salir de antro los fines de semana; los líderes aspiraban a una regiduría o una diputación, como el caso de Rodrigo Montoya, que fue el único que gozó de los favores de Américo Zúñiga, quien le dio camioneta y hasta le puso chofer.
Pero de ahí en adelante las juventudes priistas sólo eran un estorbo y una carga. Ahora, unos cuántos de esos jóvenes, un grupo que se hizo muy visible gracias a su vocación de “huele pedos”, escinde del PRI y se va a apoyar a Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato de Por Veracruz al Frente.
“¿Apoyar?”. En realidad van a dar lata, van a buscar hueso, van a estorbar y querer ponerse al frente en los mítines de Yunes Márquez, desplazando con ello a las juventudes panistas. Los lidera Sandro Gómez y un enmascarado. ¿Qué mensaje lanza ese enmascarado, que prefiere el anonimato para que no se vea el rostro de alguien que no puede ni siquiera quemar una playera?
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