Édgar Landa Hernández / No cabe duda que cada día se aprende algo diferente, muy distinto a lo que por regular experimentamos. Debido a una lesión muscular de una de mis extremidades, en particular mis ligamentos de la rodilla izquierda, me vi en la necesidad de asistir a buscar ayuda que aminorara mi dolencia. Recomendado por Mi hermano Raúl, visité a un personaje carismático y sobre todo muy contrario a lo ordinario.
Él se hace llamar el Doctor diabólico. Luchador y experimentado en cuanto a la mente se refiere. A lo largo de su vida se ha inmiscuido dentro del mundo del sistema nervioso, buscando causas y desarrollos de las lesiones y él, a partir de su técnica da en el punto exacto desapareciendo o en algunos casos aminorando las secuelas que esto conlleva.
Él le llama “la mecánica ilógica del cuerpo humano” su sistema no es de jalar ni lastimar, al contrario, a través de sus dedos se da a la tarea de ir acomodando uno a uno cada ligamento, ordenando cada tendón hasta dejarlo en la posición exacta. Y mientras realiza su trabajo charla, te mira a los ojos y te hace un estudio muy minucioso de nuestra forma de ser. Es ríspido en cuanto a la verdad se refiere, dice las cosas tal cual, él no te mima ni te hace sentir víctima de las circunstancias, únicamente te hace ver y de qué forma respetar y aceptar nuestro cuerpo y sobre todo nuestras acciones, que mucho tienen que ver con nuestras enfermedades.
Algo que me dejó sorprendido es la decoración de su pequeño consultorio. Por un momento mi sentir de adulto se transformó desplazándome a mi infancia, aquella en la cual a través de un muñeco dejaba atrás los problemas e inmediatamente daba vuelta a la hoja y volvía a sonreír.
Todo un escenario gótico es parte de la ornamentacion del pequeño espacio. Cientos de figuras animadas, otras más de plástico, pero como dice el, cada una con una historia diferente, vivencias que alguna vez fueron deleite de chiquitines que vieron en la fantasía una alquimia entre la realidad y lo místico entre el perdón y el olvido. ¿Será acaso que la comunión entre el niño interior y el adulto de hoy existe tal conjunción para sopesar nuestras vicisitudes?
Quizás en su forma de ver las cosas tenga mucho de razón, es a través de la forma en que moldeamos nuestra mente podremos cuidar a nuestro cuerpo. La tensión, los problemas diarios y las diferentes manifestaciones de emociones son parte de nuestro sistema nervioso, ya que al fin y al cabo somos producto de nuestras propias emociones.
Hoy entendí que hay que tener mucho de niño sin olvidar nuestras responsabilidades de adulto. Si tienes algún mal que te aqueja ya sea en tu nervio ciático, torceduras, ligamentos o simplemente quieres saber más del funcionamiento de tu sistema nervioso, no dudes en acudir con el Doctor diabólico. Qué más que diabólico es un ángel al que le ha sido otorgado un don y él lo emplea para ayudar a los demás.
Sus precios son módicos, más bien simbólicos, a todo el bien que hace en nuestro cuerpo.
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