El PRI gobierno le apuesta a ganar la presidencia de la República con la compra del voto de los miserables, los desempleados. En otras palabras, de los que no tienen nada. No por algo el gobierno de Enrique Peña Nieto aumentó 71.2 por ciento el presupuesto asignado a las delegaciones estatales de nueve dependencias, entre ellas las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol), Agricultura (Sagarpa) Desarrollo Agrario (Sedatu), esta última trasquilada por Rosario Robles Berlanga.
Por si fuera poco, el Gobierno Federal también aumentó cinco mil 251 millones de pesos al gasto del programa Prospera (36.6 por ciento más) sin incrementar el padrón de beneficiarios, además de otorgar mil 481 por ciento de fondos extras al Programa de Empleo Temporal (PET).
No por algo el exfiscal electoral Santiago Nieto, quien por cierto seguramente ya está compartiendo valiosa información con el equipo de López Obrador, ya que se unió al candidato de la coalición Juntos Haremos Historia; este exfuncionario recordó que en los estados con mayor pobreza como Chiapas o Oaxaca, hasta 60 por ciento de la población es beneficiaria de Prospera, por lo que los vocales del programa pueden influir en los comicios, al menos en los locales.
Claro que el Gobierno Federal va a hacer hasta lo imposible por defender su coto de poder. Peña nieto y su equipo ya contemplan el plan “B”: hacer alianza con Ricky Rikín Canallín.
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